Vivienda unifamiliar aislada
Bembrive, Vigo
2000-2001
Superficie
332,81 m²
Presupuesto
205.000,00 €
Equipo
Augusto González (arquitecto técnico)
Reboreda Ingeniería
Antonio Campos (topógrafo)
Ejecución
2002-2003
Constructor
Construcciones Tisover, S.L.
Aluminios Carfer, S.L.
Eixogal
Carmad, S.L.
Innova Cocinas
Fotografías
Javier Mariño
Empezamos a trabajar sobre una agrupación de paquetes funcionales en vertical. Se situaron las zonas de noche en la parte más alta del esquema, las de día en la zona central, a nivel de la parcela, y las de servicio bajo tierra.
Para que se produjera de modo real la diferenciación de los paquetes funcionales, optamos por trabajar con un eje central de circulaciones. Potenciando este en sus dimensiones, tanto en planta como en sección, de manera que paradójicamente se transformase en el corazón de las relaciones de la casa.
Esta rotura central nos sirve de excusa para trabajar un escalonamiento de niveles ente los dos grupos de dormitorios. Así, por una parte conseguimos mayor altura en la zona norte de la planta baja, sobre todo en el salón. Esto ayuda a equilibrar la escala en las estancias de gran superficie.
Por el otro lado, nos permite producir una grieta entre los dos faldones de cubierta y una penetración de luz de sur al interior. Algo así como un tremendo reloj de luces y sombras dentro de la casa que va mutando a lo largo del día y a lo largo del año. Un espacio que será diferente cada día.
La formalización definitiva de los conceptos anteriores es casi inmediata, con dos volúmenes de diferentes tamaños interrelacionándose a través del vacío central que supone la solución de continuidad entre los espacios.
Conseguimos hacer penetrar la luz hasta el sótano a través de un patio inglés de generosas dimensiones. Este sirve además de elemento separador del terreno para el volumen sur. Así mismo, permite que adopte una cota más baja que la de aquel sin quedar semienterrado.
Con ello, resolvemos el esquema con cuatro niveles interiores que únicamente aparecen como dos niveles al exterior. Es lo que cualquiera podría considerar una vivienda «normal», una casa de campo sin más pretensiones estéticas.
Simplemente un poco de cuidado en los materiales: piedra morena, paneles de madera, teja curva…