Proyecto de vivienda unifamiliar aislada
Cidadelle, Chapela. Redondela
2006-2007
Superficie
395,00 m²
Equipo
Reboreda Ingeniería
Topoinsa, S.L. (topografía)
Fontenla Torres Consultores, S.L. (geotecnia)
Premio GranDeArea 2007 del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia.
Una parcela con una inclinación considerable insertada en una ladera apenas arbolada. Lindante con el monte por su límite Norte-Nordeste-Este, pero flanqueada por los restantes linderos por reseñables modelos de “chaletones”.
No hacía especialmente interesante plantear un esquema abierto y relacionado con el entorno próximo. Por ello se optó por trabajar bajo rasante para los locales de servicio y zonas de mayor intimidad. Iluminando y ventilando mediante patios, haciendo emerger casi únicamente los volúmenes de uso diurno.
En planta, la estrechez de la parcela favoreció una organización bipolar Este-Oeste con un eje de circulaciones que une los dos extremos mediante tramos alternos de escalera. Unos con peldaños normales y otros con peldaños de doble huella.
De manera que en sección los espacios se van escalonando siguiendo ritmos de 2/3 – 1/3 de altura (respecto a la altura estándar de una planta). Con ello se adapta la volumetría a la pendiente del terreno y se dota de iluminación y ventilación naturales y vistas lejanas a casi todas las estancias de la edificación.
En el nivel inferior, por el que se llega a la vivienda, se situó el garaje y las áreas de maquinaria y servicios (lavadero, ropero-zapatero…). El acceso se producirá mediante un vestíbulo en el que se reúnen la llegada a pié (procedentes de la calle) y el paso al garaje. Creando un espacio de recepción amplio muy diferente al pasillo o vestíbulo exiguo con carácter de transición exterior-interior tan habitual. Se busca la sensación de “hogar” desde el momento en que se atraviese el umbral de entrada.
Ascendiendo un primer tramo de escaleras alcanzamos el nivel en el que se ubican los espacios de almacenamiento, hacia la zona este y todavía bajo rasante en su totalidad. Cercanos a la “llegada” de mercancías, la puerta de la calle o el garaje. Ahí disponemos un trastero y una bodega.
Tras un segundo tramo de escaleras, de doble huella, se llega a la zona de dormitorios secundarios, en la zona Oeste y volcada al exterior. En ella encontramos un dormitorio doble y un dormitorio individual utilizable como despacho, así como un baño completo. Ambas estancias gozan de salida directa al exterior.
Su situación dentro de la vivienda los hacen relativamente independientes. De esta manera, su ocupación por invitados no interfiere necesariamente en la dinámica de los ocupantes habituales del edificio.
En el siguiente nivel se sitúa la suite de los propietarios, conformada por un dormitorio doble, un vestidor y un cuarto de baño. El dormitorio dispone de iluminación y ventilación naturales a Este y a Oeste. En el primer caso comparte un amplio patio con el cuarto de baño, ya que la estancia está parcialmente bajo rasante.
Esto permite además disfrutar de luz natural e intimidad al mismo tiempo. El amplio hueco a Oeste favorece las vistas lejanas sobre la península del Morrazo.
Tras el siguiente tramo de escaleras se coloca la cocina y el comedor. Acompañados de un aseo y vinculados a una terraza generada sobre la cubierta de los dormitorios de invitados. Generosamente acristalados, estos espacios disfrutan también de amplias vistas e iluminación natural.
Por último, en el nivel superior se ubican las zonas de estar: el Salón y la sala de TV. El primero, de generosa superficie, admite también una segunda mesa de comedor para celebraciones ocasionales. La sala de estar se vincula, por la parte trasera, al terreno, conformando un acceso exterior desde la parte superior de la parcela.
El planteamiento constructivo es el de una piel estructural que desaloja por completo el interior de elementos sustentantes, permitiendo la libre organización de las divisiones verticales.
Esta piel se construye con una primera cáscara de muros de hormigón visto con los correspondientes recortes para los huecos. A medida que el volumen se va separando del terreno se va forrando con un aplacado trasventilado de mármol blanco cuyo despiece se va adaptando a la rasante y al despiece de huecos y volúmenes.
Este aspecto más “lustroso” de los planos superiores pretende también ser una alegoría del tratamiento habitual de las viviendas en estas zonas rurales o semi-urbanas. En ellas la planta baja permanece sin revestir mientras que las plantas superiores se pintan o se aplacan con piedra.
La cubierta se resuelve mediante un plano inclinado acabado con una membrana impermeabilizante auto-protegida de Polisobutileno pintada en color plata.
Toda la carpintería exterior se proyecta con perfilería de aluminio anodizado en color negro.